CUATRO: EL CAMINO DE LA LIBERACIÓN
1/
El yoga, el proceso de asentar la mente de nuevo en su propia Fuente, consiste
en varias fases que surgen de la práctica de una técnica repetible (el
pranayama), conocida como kiryayoga.
2/
Mediante la práctica de kriyayoga, el proceso de la evolución (la manifestación
de las Virtudes de los “yugas” arriba mencionados) será realizado dentro de los
confines del sistema cerebroespinal humano.
3/
Así, la realización de 1000 Daiva Yugas dentro del sistema cerebroespinal del
yogui producirá el logro del Yoga, que es la re-identificación de la mente con
la Fuente, Parabrahma.
4/
Durante este proceso en el que el ser se establece de nuevo en el Ser existen
varios niveles.
5/
Cuando la mente se establece en el punto en el que ya no irradia hacia fuera,
y comienza a volverse hacia adentro, hablamos de la fase de “PRATYAHARA”. En este punto la mente está vuelta hacia el
interior.
6/
Cuando la mente se establece en el punto que es capaz de descansar en una cosa,
hablamos de “DHARANA” o concentración de la mente. En este punto la mente se ha asentado y se ha
recogido naturalmente de tal forma que las luces dispersas de la frente (
visibles con los ojos cerrados) se juntarán en una luz circular en forma de
anillo conocida como el Ojo espiritual o Unico ojo.
7/
Gradualmente la actividad mental se asentará más, hasta llegar a un punto en el
que la mente comenzará a percibir ese gozo que existe bajo la Luz Circular en
la frente. Al percibir este Gozo la
mente será sostenida sin esfuerzo en un flujo constante e imperturbable, igual
que la abeja es atraída sin esfuerzo hacia el néctar de la flor, y revolotea
sobre ella con gran placer sin ningún esfuerzo.
Esta fase de asentamiento de la mente se conoce como “DHYANA”, el estado
de meditación sin esfuerzo.
8/
A partir de aquí, la mente se volverá ahora una con el objeto de su meditación
sin esfuerzo ( el Gozo), atraída hacia él en diversos grados, y esto se llama
el comienzo del Samadhi.
9/
El Samadhi tiene diversas fases o “profundidades” y diferente duración.
10/
Estas diferentes fases son producidas por la realización del proceso de los
yugas dentro del sistema sutil espinal del yogui.
11/
El comienzo del kriyayoga al yogui se le enseña un método especial para
identificar la mente con la figura que evoluciona, representada por la luna (
la mente), moviéndose en su órbita alrededor del firmamento de la tierra
(espina dorsal) y a tra´ves de las doce constelaciones (los seis centros
cerebroespinales) que se dividen en 12, ya que cada uno tiene un lado
“masculino” y otro “femenino”. Cada una de estas órbitas es conocida como un
kriyayoga, y tiene el efecto equivalente de un mes de evolución natural. 12-14 movimientos orbitales se llaman un
“Jada Shuddhi”, y representan el equivalente espiritual a un movimiento similar
de los planetas y satélites, un año de evolución. La realización de un Jada Shuddhi (esto es,
12-14 Kriyayogas) tendrá el efecto de producir en la mente el estado de
pratyahara – volver la mente hacia dentro.
12/
Continuando este proceso, la realización de 3 veces esto, 36 kriyapranayama, se
conoce como un “Nadhi Shuddhi” en el que se logra la limpieza de los nadis
sutiles en el hombre (esto será logrado en tres pratyaharas, es decir 12-14 kriyapranayamas x 3). Cuatro veces esto, es decir, 144-148
kriyapranayamas (12 pratyaharas) igualará al equivalente de evolución que se
produce en 12 años, y que se conoce como un “Bhutta Shuddhi”, y produce la
limpieza equivalente de todo el ser físico.
Un Bhutta Shuddhi, la realización de 144-148 kriyapranayamas, producirá
la cantidad de asentamiento de la mente equivalente a Dharana – Concentración
en un punto.
13/ Doce veces esta cantidad (esto es 144-148
kriyas por 12 = 1728 kriyas de una vez) producirá la interiorización mental que
generará el estado de meditación sin esfuerzo conocido como Dhyana, en el que
la mente morará sin esfuerzo en el gozo, y que llevará (naturalmente y sin
esfuerzo adicional) a la mente hacia la experiencia de Samadhi.
14/
Mediante la práctica diligente, el yogui busca realizar dentro de su propio ser, en el mismo lapso de su vida, el equivalente
a 1000 Daiva Yugas, en este momento el proceso de su evolución estará
completado.
15/
Igual que sucede con el sol y el sistema solar – con cada arco ascendente y
descendente en los que el sol y los planetas son llevados al punto más cercano
al Vishnu Nabhi (el Daiva Yuga descendente), acercándose más y más al Vishnu
Nabhi cada vez (de modo que cada Daiva Yuga ascendente y descendente están cada
vez más cercanos al Vishnu Nabhi hasta que con el tiempo el sistema solar se
retira de nuevo a su Fuente) así sucede
en la espina sutil del hombre. Con la
realización de cada Daiva Yuga en la espina dorsal, la mente alcanzará un punto
fundamental en su cercanía a la cima de la evolución espiritual. Esto significa que con la realización de cada
Kriyapranayama individual, las kriyas se vuelven cada vez más poderosas y
tienen un efecto mucho mayor.
16/
Con el tiempo, la práctica de las kriyas tendrá el efecto equivalente al
movimiento del sol alrededor de las constelaciones, de modo que cada
kriyapranayama tendrá el poder de un año de evolución. La mente no será ya equiparada a la luna,
como al principio de la practica, sino que ahora tendrá el efecto equivalente a
12 veces esto, es decir, que la mente será como el sol moviéndose por los 12
signos del zodíaco de los chakras de la espina.
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Gradualmente, con intensa y determinada devoción en la práctica, el poder de
las kriyas crecerá más y más, volviéndose más poderosas.