De lo expuesto en el párrafo anterior podemos deducir que no es necesario manipular o forzar la respiración para que ésta desarrolle todo su potencial. Basta con favorecer la integridad estructural a través de la práctica corporal para que la respiración se libere de manera natural de patrones que limitan su operatividad orgánica.
Durante la práctica de los ejercicios de Pilates Fusión, donde sincronizamos movimiento y respiración, podemos adoptar diferentes y variados patrones de sincronización. A los que estén acostumbrados a los dogmas inamovibles, y no a la escucha sensible y honesta, esto les sonará casi a blasfemia, pero no hay reglas fijas, incluso podemos dejar la respiración completamente libre de patrones de sincronización. En nuestras clases podemos usar el patrón de dos y cuatro tiempos. No obstante, hay personas a las que les agobia hacerlo así porque su respiración es corta o porque tienen algún problema respiratorio o psicológico. En estos casos, mi sugerencia es, olvídate de cualquier patrón de respiración y céntrate en practicar despacio, sentir profundamente el cuerpo y cultivar la integridad estructural. Todo lo demás surgirá naturalmente.