sábado, 30 de julio de 2022

NO PUEDES ESCAPAR DE TU RESPONSABILIDAD

 



La ley del Karma dice que cada acción que emprendes, sea física, verbal o mental, tiene un efecto similar.  En la sabiduría popular nos tropezamos con ella constantemente con la frase:  "lo que siembres recogerás".  La energía que generas con tus acciones no se detiene jamás, se proyecta en la eternidad hasta que produce su efecto, que será similar a la causa que lo ha producido.  Si siembras castañas no obtendrás limones... 


Lo más importante de esta sabiduría es que te hace responsable de tus actos, impidiéndote culpabilizar a otros por lo que te suceda.  El complejo entramado del karma provoca todas  tus desdichas y placeres, pero no por culpa de los demás sino porque vuelve la energía que en un momento habías generado.  Esto no se limita solamente a esta vida sino que se proyecta al infinito.  Es como si lanzases un martillo al aire y te olvidases de él.  En un momento u otro, por la fuerza de la gravedad del martillo tiene que bajar.  Si éste te da en la cabeza, no puedes empezar a culpar a los demás por el simple hecho de que no te acuerdas de que lanzaste el martillo al aire en un momento dado de tu existencia.  Las desgracias que te ocurren, quieras o no, aunque sea duro reconocerlo, (el ego se rebela), tienen su causa en ti mismo.  Por tanto, tu dedo ya no puede señalar a nadie, ya no puedes odiar a nadie, ya no hay nadie para culpar de tu desgracia por muy duro que sea, no puedes utilizar una ley universal como la de causa y efecto para lo que a ti te convenga, sería muy poco honesto por tu parte.

Si lo piensas bien, lo analizas, verás que no puedes mover un átomo de una parte del universo sin que esto repercuta en todo el universo.  El átomo no es más que energía, nuestro pensamiento no es más que energía y nuestra acción proviene del pensamiento, por tanto todo, absolutamente todo lo que hagamos o pensemos va a tener una consecuencia en el universo.  Lo creamos o no es una cuestión de pura lógica, de pura ciencia sutil. Algunos científicos que experimentaron con partículas subatómicas descubrieron que no podían manejar estas partículas sin que su pensamiento influyera en el comportamiento de estas partículas.  Algunos de estos científicos proclaman que las propiedades de las partículas nucleares no son más que creaciones de sus propias mentes, que de hecho, las partículas no tienen propiedades independientes de las mentes de quienes las observan.  Esto presupone que, en el mundo de las partículas, la mente que percibe la realidad, de hecho la crea.

Partiendo de esta base podríamos decir que nuestra mente ha creado lo que percibe, ¿no?.  Entonces por la misma regla podemos considerar nuestra mente totalmente interdependiente de lo que ocurre "fuera" de nosotros.  Consecuentemente esto nos lleva de nuevo a la ley de causa y efecto y al hecho de hacernos responsables a nosotros y a nuestra mente de todo lo que nos ocurre, bueno y malo. 

Entonces, relacionando  todo esto con nuestra actitud egoísta;  que efecto puede traernos el hecho de amar a los demás ??? Y qué puede retornar de dar rienda suelta a nuestro egoísmo ???





lunes, 11 de julio de 2022

NADA ES TAN REAL COMO PARECE


 

¿Maestro, como puedo traer un poco más de paz a mi vida?


A través de Sabiduría, a través de no engañarte más.  A través de entender que lo que És está  fluyendo continuamente a través de ti  y a través de todo el universo.  Esta es la comprensión sin límites.  Para los cristianos es parecido a lo que llaman dios, buda lo llamó vacuidad... nosotros lo llamaremos la sabiduría que ve las cosas tal como son, sin el engaño de la mente.  Esta sabiduría acaba con todo lo que está contaminando  nuestra mente. Todo lo que obstruye la verdadera percepción de nosotros mismos, de los demás y de todo el universo. 

Nuestra mente está cubierta con una capa de dualidad. Es como una nube oscura que nos separa de la realidad de las cosas y de verlas tal como son.  Ésta dualidad distorsiona nuestra percepción de todo,  conduciéndonos a través de un sinfín de actitudes egoístas y  destructivas. 

En esencia, esta sabiduría se basa en ver que todo es como un sueño.  Que todo lo que ahora parece real, sólido y verdadero, en esencia, no es así. Es como un sueño.

El mundo que vemos,  parece real.  Fíjate en mi, en ti, parece real ¿verdad?,  todo parece concreto, material, sólido.

Cuando vayas a dormir esta noche, el personaje que eres, va a desvanecerse como una ilusión. El cuerpo que sientes  que habitas va a desvanecerse como un espejismo. Cada noche, el mundo que percibimos se desvanece en el vacío de nuestra propia mente.  De este profundo vacío, surgen otros mundos de sueño, con otros personajes.  A veces podemos soñar que somos un pájaro volando, otras veces podemos ser como un pez, o podemos soñar que somos un rey o un diablo. Mil y una cosa surgen por la noche. Egos con sus propios cuerpos y mundos diferentes, con sus amigos, enemigos... Durante el sueño sentimos con total seguridad  quien soy : este pájaro soy yo, este cielo es verdad, la tierra abajo es verdad, todo lo que vemos es la realidad. Y después ¿qué?, el sueño se desvanece. Vacío otra vez y surge otro sueño, otro tema, otra cosa... totalmente diferente.  Hasta que finalmente el último  sueño se desvanece también y surgimos en el sueño del día. Volvemos a sentir un yo igual que ayer, un cuerpo igual que ayer, un mundo igual que ayer.  Pero, realmente no es igual, es otro sueño.  Ayer quizás  era más bonito, más angélico, en cambio hoy,  hemos despertado en una pesadilla.  El mundo es asqueroso,  nuestra pareja parece feísima, el ruido de los niños..., el calor insoportable..., ¿Es el mismo mundo de ayer?.  No, es nuestra propia pesadilla proyectada, nuestro propio rollo, nuestra propia semilla cultivada en el pasado  germinando. No existe afuera, es nuestra proyección.  Si fuera realmente así, si el mundo fuera real, tal como nosotros lo vemos, todos los que nos rodean, los que comparten el sueño del día con nosotros lo percibirían igual, y no es así. 

El mundo de 6 billones de seres humanos no es nada más que el sueño de seis billones de seres, cada uno con su propia percepción.  Unos en pesadillas , unos en maravillas, otros aburridos... Cada uno cambiando constantemente de forma, de aspecto, de ego.  Esto es la realidad.  La vida es proyectada por nuestro propio inconsciente como un sueño.

Inconscientemente proyectamos sobre los demás nuestro propio ego. Odio sobre los imaginados enemigos, amor sobre los imaginados amigos, creemos que están ahí, creemos que verdaderamente son enemigos los que parecen tan amenazantes... Creemos que los guapos son hermosísimos realmente, pero es nuestro propio encanto, nuestra propia ilusión que engaña a nuestra  mente. 

Cada cosa que ocurre depende de las semillas que hemos sembrado en el pasado, nuestras  formaciones mentales del pasado, nuestros pensamientos,  nuestras mentes negativas, enfados,.... condicionan nuestros infiernos del futuro. Nuestras pesadillas surgen de las huellas de nuestro propio odio rencor, violencia mental.  Las maravillas del mundo surgen de las huellas de nuestro amor y acciones positivas, menos egoístas.

Esta es la última realidad, la sabiduría que percibe que el universo no existe en la manera en que aparece ante nosotros,  existe de otra, como un sueño proyectado. Una mente que crea un mundo debido al condicionamiento, a las semillas del  del pasado. 

¿Pero qué es la dualidad,  como podemos eliminarla?

Al observar los objetos que nos rodean hay un observador (sujeto), y algo observado (objeto).  Es decir, dos, dual.   Lo observado parece que está fuera del observador, pero si analizas el objeto con detalle, lo diseccionas hasta la más pequeña de las partículas llegarás a vaciarlo de esencia porque no encontrarás jamás nada que pueda sustentar la existencia del objeto.  Podrás dividirlo y dividirlo hasta el infinito y nunca encontrarás un ladrillo de  materia que exista por ella misma y que sea la base independiente sobre la que el objeto se haya creado.  El objeto existe, es cierto, pero no en la manera en que aparece,  sino como un sueño.

Al investigar el objeto y encontrar que al final solo puedes encontrar un vacío, la mente se fusiona con él y , de repente, no hay objeto que encontrar, no hay dos.  La dualidad es el engaño, la ignorancia.  Es la dualidad la que nos hace ver todo como si estuviéramos divorciados de todo.

De  la misma manera que el objeto es no dual, (realmente el objeto es una manifestación de la mente),  la mente que lo percibe tampoco es dual.  Recuerda, todo lo que percibes y como lo percibes es una proyección del inconsciente, de tus semillas manifestándose.  De la misma manera, la apariencia de una mente dual es falsa también.  ¿si no hay objeto como puede haber sujeto?.

A través de disolver nuestra mente dual, en su no dualidad, llegaremos a ser un ser despierto, despierto del sueño que ahora tomamos como verdad absoluta, real e independiente, divorciada de todo.