¿QUÉ SUCEDE CUANDO
RESPIRAMOS?
Veamos
qué sucede en los pulmones. Nuestras células necesitan un ambiente con
aproximadamente un 7% de CO2 y un 2-3%
de oxígeno. Los alvéolos bronquiales
en los pulmones contienen un 6,5 de CO2, y el oxígeno está presente en una
concentración inferior al 7% que en la atmósfera exterior. Esta es la concentración mínima para que los
procesos metabólicos celulares funcionen.
Pero
el CO2 en la atmósfera es un 0,03%, es decir, 200 veces menos de lo necesario,
mientras que el oxígeno está en un 20%, esto es, 10 veces más de lo
necesario. La evolución ha hecho de
manera que los seres, para vivir, se adaptaran a esta situación tóxica
desarrollando una atmósfera propia en el interior de los pulmones.
Si
la concentración de CO2 en los pulmones se reduce, por ejemplo, respirando
intensamente, cambia también la ratio de actividad de todos los fermentos y de
todas las vitaminas. Entonces, para
impedir ulteriores pérdidas de CO2, el organismo se defiende.
- Los bronquios y los vasos
sanguíneos se contraen;
- La producción de colesterol en el
hígado aumenta para que las membranas celulares de plumones y vasos
sanguíneos se hagan más espesas,
- El flujo de sangre al cerero
disminuye porque la falta de CO2 refuerza la ligazón entre hemoglobina y
oxígeno.
- Los tejidos anhelan oxígeno
(hipoxia).
Si
la hipoxia alcanza niveles elevados se produce hipertensión; la falta de
oxígeno en los órganos vitales excita el centro de control respiratorio en el
cerebro, que estimula más respiración y crea una sensación de falta de aire en
una persona que ya está respirando en exceso, en un círculo vicioso.
Para
volver al entrenamiento práctico del chi kung (o yoga)
a partir de los preceptos de respiración sutil, profunda, larga, lenta,
constante, y uniforme, los antiguos, al no disponer de datos fisiológicos
actuales, intentaban explicar por lo mejor lo que sus vivencias habían
descubierto. Pero este sistema depende mucho de la suerte del estudioso en
hallar bastante rápidamente el “truco”, pues de lo contrario puede caer en
hábitos erróneo en la convicción de estar practicando correctamente. Entonces: sin nos concienciamos acerca de lo
que la ciencia ha revelado y lo conectamos con las reglas de las artes
orientales, descubriremos que los preceptos son la clave para respirar menos. Queda para comprender cómo hacerlo, pues,
el resultado debe ser desechar menos anhídrido carbónico e inhalar menos
oxígeno a través de la aplicación de los consejos taoístas y budistas.
Se deberá alargar la respiración sin que esto se acople al
instintivo aumento del caudal de oxígeno que se inspira y al aumento del caudal
de aire que se espira.
Así
pues, primer paso: reducir el aire espirado sin afectar la largura del acto, lo
que se hace haciendo que la respiración sea “silenciosa”. El sonido de la
respiración no debe oírse. Para que esto
suceda, habrá necesariamente que expeler más lentamente. A esto se refiere el precepto sutil.
Se puede decir que es como si el “tubo” por el que el aire entra y sale,
en lugar de ensancharse a causa de la largura y profundidad de las fases
respiratorias, se estrechara. Hay menos
pasaje de aire, mientras la duración queda invariada, es más, aumenta, esto es
lo lento. El resultado es que se
respira menos.
No
se deben producir altibajos en el ritmo, es decir la respiración ha de ser constante y uniforme. Al respira de esta manera nos
será difícil que, al inicio, el sujeto sienta una sensación de asfixia. Quiere decir que normalmente hiperventila
porque, el aumento de la cantidad de anhídrido carbónico le produce hipoxia,
esto es, sensación de ahogo y “hambre de oxígeno”.
Cuando
la respiración así ejecutada logra mantenerse uniforme, sin sobresaltos, el
estudioso está practicando correctamente, y los efectos sobre su salud y
organismo se acumularán rápidamente y se harán notar.
Para
que la práctica tenga éxito es necesario relajar los músculos que potencian la
acción respiratoria, o sea precisamente los músculos auxiliares que vimos
anteriormente entrar en acción cuando se fuerza la inspiración. En definitiva, se debe respirar solamente con
diafragma e intercostales externos, implicando solo el volumen tidal. Para ello es asimismo necesaria una buena
alineación esquelética. (De ahí la
importancia de la práctica de yoga dinámico para recuperar la integridad
estructural)
Aquellos
interesados pueden leer la entrevista al Dr. Buteyko, en el sitio web del
ingeniero biomédico australiano Peter Kolb:
www.wt.com.au.
PRUEBA DE HIPERVENTILACIÓN
Ahora
pongamos la teroía en práctica y veamos si hiperventilamos o no.
Si
se respira correctamente se inhalan no más de 4-6 litros de aire. Es fácil respirar más que esta ratio, y
aunque ligera, la hiperventilación puede ser muy peligrosa si se convierte en
un estado de respiración permanente.
El
test es muy sencillo. Se realiza antes
de comer o al menos dos horas después:
- Siéntate con la espalda recta;
- Relaja y espira normalmente;
- Vuelve a respirar normalmente.
Tras espirar, tapate la nariz y manten la boca cerrada.
- Permanece en apnea en vacío y
cuenta (con un reloj) cuantos segundos logras aguantar sin volver a
inhalar.
No
os esforcéis ni aguantéis demasiado. El test exige que os paréis cuando
percibáis incomodidad. Los segundos que pasen desde que hayáis empezado la
apnea a cuando volváis a inspirar es la PAUSA
DE CONTROL (PC). Esta debe medirse
con exactitud. Si os esforzáis para
prolongar la apnea, tendréis un valor ilusorio.
Sin embargo, tampoco os paréis al primer impulso de inhalar ya que la PC
sería demasiado corta. No hagáis una inspiración profunda antes de
empezar. Respirad como siempre. Si
habéis realizado la prueba correctamente, cuando volváis a inhalar no sentiréis
la necesidad de respirar más de lo normal.
En cambio, si notarais hambre de aire quiere decir que vuestra PC es más
corta de lo que os ha resultado.
Si
estáis en excelente estado de salud, vuestra PC será de 50-60 segundos.
Si
no superáis los 25 segundos significa que en vuestra salud hay algo que no funciona
como debería, aunque no tengáis ninguna enfermedad, pero tenéis que corregir
inmediatamente vuestra respiración, afirma el Dr. Buteyko.
Si
no superáis los 10 segundos tenéis un serio problema de hiperventilación y
probablemente tenéis asma o habéis sufrido ya alguna enfermedad.
Ahora,
si dividís el número 60 por la PC obtenida, obtendréis para cuanta spersonas
respiráis. Por ejemplo, si vuestra PC es
de 30 (60/30=2) respiráis para dos, es
decir 8-10 litros en lugar de los ideales 4-6.
Si fuera de 20 segundos, significaría que respiráis para tres personas.
Si respirar es una forma de alimentación, imaginaos el daño que os haríais si
comierais para 3, 4,5 personas.
Buteyko
aconseja tener bajo control el propio estado de salud mediante el test de la
PC.