Y tu cuanto tiempo vas a esperar para ser feliz...?
Vas a esperar a jubilarte? A tener un poco más de salud? A
que tu pareja cambie? A encontrar a alguien que te quiera? A lograr la iluminación? A mejorar tu marca?
A que venga Cristo? A que llege el fin de semana? A acabar la jornada de
trabajo? A que llegen las vacaciones? A
irte de viaje? A tener el coche nuevo?
La moto nueva? El camión nuevo? A
encontrar la casa de tus sueños? A encontrar trabajo? A que mejore tu situación
de pareja? A que llegue la navidad? A
aprobar las oposiciones? A que te cambien de puesto de trabajo? A acabar los
estudios? A tener 18 años? A independizarte? A sacarte el carnet de conducir? A
tener hijos? A que los hijos crezcan y se vayan de casa? A que salga el sol? A
que llueva? A que haga frío? A que haga calor? A que venga el verano, otoño,
invierno o quizás la primavera? A que el
negocio funcione? A que cambie esta absurdo carácter? A que lleguen los Reyes
Magos? A acabar los deberes? A que acaben las obras? A que acabe el trabajo? A
que el gobierno cambie? A ser un poco más valiente? A ser un poco más amable? A
no dejar que te pisoteen? A vengarte? A la cena del viernes con los amigos? A
que te toque la lotería? A adelgazar? A engordar? A pagar la hipoteca? A saldar
tus deudas? A fregar los platos? A limpiar la casa? Ha tener la piscina?...... Seguro que encontraras miles de motivos más
para “esperar”.
Esperar es aplazar la felicidad. Siempre “esperas” un motivo para no ser feliz. Felicidad solo puede
revelarse ahora; con la hipoteca o sin ella, con hijos o sin ellos, con deudas
o sin ellas, con carrera, fregando los platos,
trabajando, con los deberes hechos, iluminad@... o sin ello.
Sin embargo, ingrediente en la fórmula de la felicidad que no
se puede obviar , yo diría que el único, es AMAR.
Amar lo y los que se te han puesto en el camino, amar lo que estés
haciendo momento a momento, amar lo que tienes, amar lo que eres, amar lo que
son…. AMAR, ¿puede ser “sentido” ahora?