martes, 7 de abril de 2020

EL VERDADERO PRATYAHARA


  



EL PRANA

Al prana también se le denomina aire, viento, vayu, fuerza vital.  El prana sutil es la energía que hace crecer las plantas y que existe incluso en las rocas y las montañas.  Gracias a estos pranas, las plantas pueden absorber agua, crecer, etc..

Aquí no vamos ha hablar del prana externo, sino del prana que habita dentro de nuestro cuerpo, de cual es su función.

LA MENTE

Cuando hablamos de mente no debemos pensar en el cerebro, la mente es algo sutil, no es físico, es inmaterial.    Su función es básicamente conocer, percibir, crear.  La mente se tiñe de los objetos que percibe.

 LA RELACIÓN ENTRE PRANA Y MENTE

Dentro de nuestro cuerpo, el prana circula dentro de unos canales denominados nadis.  Según los textos existen uno 72.000 nadis, pero solamente 3 son los principales y solamente 1, el canal central, es el que nos interesa.  Habitualmente los pranas circulan por todos los canales excepto por el canal central.

La función principal de estos aires, o pranas que circulan por los nadis, es desplazar la mente hacia los objetos de conocimiento o de sensación.

La función de la mente es, como hemos dicho, la de conocer los objetos, no obstante, sin el prana, la mente no puede moverse hacia su objeto ni conectar con él porque la función del prana es hacer de montura a la mente.

A veces se ha descrito a la mente como una persona coja pero que puede ver y a los pranas como un  ciego que puede andar.  Las mentes solo pueden moverse porque están enlazadas con  sus pranas.
  

LA RELACIÓN DEL PRANA LA RESPIRACIÓN Y LA MENTE


Si decimos que prana es la montura de la mente, sin el cual, ésta no puede moverse, no puede ver,  ni oler, ni tocar, no puede sentir, ni tener pensamientos, y también sabemos que la respiración altera o calma la mente, es porque ésta, la respiración, está estrechamente relacionada con el movimiento del prana en nuestro cuerpo.  No es la respiración la que afecta a la mente sino que la respiración afecta al prana sobre el cual va montada la mente.

Por tanto, PRANAYAMA, es el control de la energía vital, el control del prana.  Éste  puede realizarse a través de la respiración por ser ésta la parte más burda que está en contacto con nosotros, y sobre la cual, en un principio tenemos más acceso.  Cuando tenemos cierta experiencia, el pranayama puede prescindir de la respiración y utilizar solamente la concentración unipuntualizada  sobre el prana para modificar sus recorridos. De  ahí la gran importancia de conocer nuestro cuerpo sutil, como funciona  y por qué , ya que sólo controlando el prana controlamos la mente. 

Todos los practicantes sinceros, los aprendices de yogui, reconocen la importancia de dominar la mente, pero en realidad es imposible hacerlo a menos que sean capaces de controlar sus aires internos, porque mientras estos circulen por sus canales seguirán teniendo pensamientos nocivos. 

De todo lo dicho podemos empezar a vislumbrar la relación que puede haber entre pranayama, como control del prana, pratyahara, como retracción de los sentidos y canal central.
  

EL SUEÑO,  PRATYAHARA INCONSCIENTE


Hay dos momentos en nuestra vida en el que logramos el verdadero prayahara sin esfuerzo, naturalmente, aunque eso sí, desgraciadamente, también inconscientemente.  Estos dos momentos son,  durante la muerte y cada noche durante el sueño.

Cada día al irnos a dormir perdemos el contacto con el mundo.  Si hemos entendido que los pranas son la montura de la mente, esto ocurre porque los pranas se han retirado de los sentidos, y por ello nuestra mente no puede percibir el mundo exterior, sino que se vuelve hacia dentro.  Pero, ¿dónde han ido los pranas?. Todos se han absorbido en lo que hemos denominado antes el canal central.  Es aquí donde ocurre el verdadero pratyahara natural y sin esfuerzo, es el que persiguen los meditadores tántricos porque la concentración que se logra cuando la mente se absorbe en el canal central es un millón de veces superior a la que ocurre cuanto intentamos concentrarnos sobre cualquier otro objeto de la mente. ¿Por qué? Porque la mente no puede estar en ningún otro lugar, definitivamente ha desconectado su centralita, no hay conexión con el exterior, los pranas sobre los cuales la mente percibe el mundo no están conectados.  Cuando la mente se absorbe en el canal central, cesa todo movimiento de la misma porque no hay pranas moviéndose en otros nadis, entonces no hay pensamiento perturbador ni, naturalmente ningún tipo de interferencia,  y entonces alcanzamos una profunda paz y gozo.

Si fuéramos capaces de hacer este mismo proceso conscientemente, lograríamos una gran paz mental y física.

Finalmente quiero leer textualmente unas lineas correspondientes a un  artículo sobre los chacras, escrito por Desikachar:

“Una última precisión: puede pasar que una persona tenga una experiencia desagradable en su práctica de las asana o del pranayama.  Unas sensaciones corporales extrañas o difíciles de controlar se sienten a veces en determinadas partes del cuerpo.  Estas personas describen voluntariamente tales experiencias de una manera adornada, como la subida de la kindalini o cosas de este tipo...

No habría que asimilar tales experiencias, a menudo desestabilizantes, con el flujo de prana circulando armoniosamente en algún chakra, como algunos se complacen en creer (o en hacerlo creer ).  Cuando alguna cosa oprime nuestra mente o la perturba., la causa está en otra parte que no es la concentración de prana en sushumna.  No se puede hacer simultáneamente la experiencia de la libre circulación de prana y vivir una experiencia incómoda por otro lado...  esto podemos afirmarlo con toda seguridad.”

Llorenç Mestre