viernes, 21 de mayo de 2021

Despertando tus Dones

 



Savasana significa la postura del cuerpo muerto. Acuéstate sobre la espalda.  Alarga la columna desde el sacro a la base del cráneo de manera que la parte inferior posterior de la caja torácica (costillas inferiores)  esté en contacto con el suelo.  Siente como en esta posición el vientre se alarga y se vacía.  Los brazos a los lados del cuerpo sin que estén pegados a él y tampoco demasiado alejados. Cuando los colocas a la distancia correcta sentirás que los hombros y axilas están felices, sin rastro de tensión. Separa ligeramente los pies y suaviza los tobillos dejando que las puntas de los pies caigan a los lados.  Siente la totalidad del cuerpo.  Siente las sensaciones que la respiración genera en la zona diafragmática y abdomen.  Siente el vientre hundirse hacia la columna al exhalar y separarse de la columna al inhalar.  Siente su movimiento tan claramente como puedas.  Permite que la respiración sea tan natural y espontánea como sea posible sin intentar hacer nada con ella, solamente sentirla. Permite que sea ella la que te respire.  Permanece consciente del fluir libre de la respiración durante unos minutos al mismo tiempo que de la sensación global del cuerpo.  Invita a que cualquier tensión residual se diluya a la luz de tu sentir.

Recuerdo que cuando me inicié en el Hatha Yoga, estaba pasando una época de mucho estrés en mi vida. Cuando saboree la primera relajación me volví un adicto.  Aquellos 15 minutos de relax al final de la práctica de ásanas me parecían el paraíso... 

Date permiso cada día para regalarte unos minutos de placer con esta práctica. Cuando lo pruebes se convertirá en una sana adicción generando una sanación profunda del cuerpo, la mente y el alma.  


                                                                                                                        Sol