UN DESCUBRIMIENTO RESPIRATORIO
A finales del siglo pasado, los fisiólogos austriacos Breyer
y Gering hicieron un descubrimiento sensacional: el hombre es el único
espécimen biológico en la tierra que no ha desarrollado una forma correcta de
respirar. Todos los demás seres saben cómo respirar, pero no los humanos.
Simplemente observe cuidadosamente a quienes le rodean y verá que las personas
respiran de manera diferente. Algunos respiran profundamente, otros
superficialmente, algunos más rápidos, otros más lentos, algunos con pausas y
otros sin ella.
RESPIRACIÓN NORMAL
El científico médico ruso Konstantin Pavlovich Buteyko
dedicó más de 40 años de investigación en la respiración y en el proceso
descubrió que solo una de cada diez personas respiraba correctamente. La
respiración natural o normal da como resultado una mezcla de gases acumulada
muy específica que nuestro organismo necesita para funcionar correctamente.
¿CÓMO DEBERÍAMOS RESPIRAR?
Las normas fisiológicas también se aplican al pulso, la
presión sanguínea, los niveles de azúcar, la temperatura y la respiración.
Idealmente en reposo, un adulto debe respirar ligera, superficialmente y solo a
través de la nariz. Una persona sana puede realizar ejercicios ligeros y aún
respirar a la ligera, mientras que una persona enferma requiere respiraciones
profundas casi todo el tiempo.
PERO ¿CÓMO PODEMOS DECIR SI RESPIRAMOS DEMASIADO O NO?
Muchas personas piensan que respiran superficialmente pero
en realidad respiran profundamente. Muchas personas que sufren de asma,
alergias, bronquitis, enfisema y dificultad para respirar le dirán que sienten
que no pueden respirar lo suficiente, cuando en realidad están respirando tres
o más veces el volumen normal de aire.
El profesor Buteyko desarrolló una prueba para medir la
profundidad de la respiración y la consiguiente retención de dióxido de
carbono, la oxigenación y la salud resultantes. Lo llamó la prueba de
respiración "Pausa de control". Esto actúa como un medidor de flujo
máximo natural y es mucho más útil.
EL MITO DETRÁS DE LA RESPIRACIÓN PROFUNDA
La sabiduría tradicional nos dice que la respiración
profunda es la mejor, ya que se cree que proporciona la mayor cantidad de
oxígeno. Inhalamos oxígeno y exhalamos dióxido de carbono y la conclusión que
se saca es que el oxígeno es bueno para nosotros y el dióxido de carbono es
dañino. Cuando el Profesor Buteyko estaba analizando por primera vez a sus
pacientes, descubrió que aquellos que estaban enfermos respiraban mucho más que
los que estaban sanos; es decir, su volumen tidal, profundidad y frecuencia fue
mayor. ¿Podría ser que "respirar profundamente" de hecho está
contribuyendo a la mala salud?
LA PARADOJA DE OXIGENO
En 1871, el Doctor Da Costa descubrió el "Síndrome de
Hiperventilación" por el cual la respiración profunda en un estado
relajado causaba mareos y, a veces, desmayos. Esto en el pasado a menudo se ha
atribuido incorrectamente a la saturación de oxígeno. De acuerdo con el efecto Verigo-Bohr,
es la relación de dióxido de carbono a oxígeno lo que permite la liberación o
retención de oxígeno de la sangre.
A fines del siglo pasado, el fisiólogo ruso Verigo y el
científico holandés Bohr descubrieron de forma independiente que, sin dióxido
de carbono, el oxígeno se une a la hemoglobina de la sangre y simplemente no
funciona. Esto conduce a una deficiencia de oxígeno en los tejidos del cerebro,
el corazón, los riñones y otros órganos y un aumento de la presión arterial.
ASÍ, por extraño que pueda parecer, la deficiencia de oxígeno no es causada por
la falta de oxígeno sino por la falta de dióxido de carbono. Si respiramos
demasiado obtenemos menos oxígeno.
Continuará .....
http://www.buteyko.co.uk/buteyko-theory.htm
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