martes, 13 de abril de 2021

Yoga dinámico como método restaurador



Nuestra experiencia como educadores de yoga por más de 17 años nos ha permitido vivenciar que  la mayoría de las personas que se inician en las prácticas de yoga  lo hacen por recomendación de algún médico o fisioterapeuta,  como consecuencia de sus problemas de salud, ya sean emocionales, físicos o mentales.  Con gran satisfacción personal, muchas de ellas, fundamentalmente las que son constantes y perseverantes en su práctica,  obtienen muy buenos resultados en todos los ámbitos, aún sin ser el objetivo final de yoga.

Yoga es un proceso que se vuelve  restaurador en la medida en que uno se implica en su propia intimidad, en volverse íntimo con sus sensaciones.  Esta intimidad necesita cultivar la honestidad para sentirse con los menores autoengaños posibles.  Desde este enfoque, el alumno va despertando una profunda consciencia a lo que está siendo.

Este proceso pasa ineludiblemente por el despertar estructural del cuerpo.  La mecánica fisiológica en relación con la gravedad implica un juego constante de fuerzas en oposición. La metodología del yoga dinámico implica una ley física llamada Torque para fomentar y despertar la integridad corporal  desde las extremidades, manos y pies, brazos y piernas hacia el núcleo, la columna vertebral, sistema nervioso central y los músculos involucrados en la respiración.

Esta mecánica facilita el despertar de los músculos profundos con lo que consecuentemente el cuerpo se siente más aliviado de la presión que ejerce la fuerza de la gravedad sobre las articulaciones,  mejorando el flujo energético integral. Todo ello implica una reeducación postural, recalibrando las cadenas musculares. 

Como todo proceso de aprendizaje requiere repetición y sensibilidad.  Con tal finalidad,  el yoga dinámico y en concreto el yoga restaurativo, usa secuencias  posturales seguras y  de fácil acceso al público en general,  con la suficiente habilidad para despertar músculos dormidos y perezosos,  facilitando el suavizar de otros super-activos o tensos.  Es un método que se caracteriza por no usar posturas que por su exigencia favorezcan la agresividad.

Uno de los aspectos más sobresalientes de esta metodología de aprendizaje es el apoyo del estudiante a través la verbalización del profesor. Mediante esta guía verbal se facilita al alumno a que atienda a  las dinámicas internas que,   gracias al  cultivo de la sensibilidad, pueden ser depuradas y mejoradas.



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