EL SUEÑO, CAMINO HACIA EL DESPERTAR
Hay dos momentos en nuestra vida en el
que todas las barreras caen y logramos la verdadera conexión con quienes somos realmente y además, sin esfuerzo. Sin embargo, aunque eso es así, hay una pega: también sucede de manera inconsciente y así no hay manera de disfrutarlo.
Estos dos momentos son, durante
la muerte y cada noche durante el sueño.
Cada día al irnos a dormir perdemos el
contacto con el mundo. Si entendemos que los pranas son la montura de la mente y que están diseñados para que podamos percibir el mundo a través de los sentidos del cuerpo físico, al entrar en el sueño, estos pranas se retiran de los sentidos y como consecuencia, la mente deja de percibir el mundo exterior y se vuelve hacia dentro. En este momento, todo lo que tiene que ver con el cuerpo físico se ha desconectado y solo quedan los servicios mínimos para mantener el cuerpo con vida. Pero, ¿dónde han ido los pranas?. Todos se
han absorbido en lo se llama el canal central. La conciencia se ha transferido de nuestro cuerpo físico a nuestro cuerpo sutil, con el que empezamos a percibir. Nuestra mente se ha vuelto muy sutil, fina y gozosa. Es aquí donde ocurre la verdadera interiorización, natural y sin esfuerzo. Es la que persiguen los meditadores tántricos. La concentración que se logra cuando la mente se absorbe en el canal central es un
millón de veces superior a la que ocurre cuanto intentamos concentrarnos sobre
cualquier otro objeto de la mente burda, la del cuerpo físico. ¿Por qué? Porque la mente burda ya no está. Definitivamente ha desconectado su centralita, no hay
conexión con el exterior. Los pranas sobre los cuales la mente monta y percibe el mundo, no están conectados. Cuando la mente se
absorbe en el canal central, se vuelve sutil, cesa todo su movimiento, no hay
pranas moviéndose hacia fuera. No hay pensamiento perturbador ni interferencias, solamente una profunda paz y gozo.
Ahora se trata de volver este proceso totalmente consciente. Hacer consciente lo inconsciente. Disolver la oscuridad en la luz.
LLorenç 07/2020
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